Para aprovechar todos los beneficios del guante Kessa, te recomendamos seguir estos pasos:
Paso 1. Prepara tu piel, reblandécela. Para que la piel esté preparada para una buena exfoliación se recomienda usar el guante kessa después de un baño con agua caliente. Podemos incluso dejar la puerta cerrada y simular nuestro propio Hamman en casa.
Paso 2. Exfolia tu piel, alísala. Utiliza el guante sin jabón, con el agua aún presente en el cuerpo es suficiente para humedecerla. Frota tu piel en movimientos de arriba a abajo (mejor que circular, ya que puede irritar la piel). Conviene insistir en las zonas más secas del cuerpo (codos, rodillas y talones) ya que es donde suele acumularse más cantidad de piel muerta.
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Claudia Landeira (propietario verificado) –